Algo Épico, la novela

Se supone que existe un modo «correcto» de hacer las cosas.

Te enseñan qué es lo que debes hacer.
Te enseñan qué es lo que debes decir.
Te enseñan qué es lo que debes pensar.
Te enseñan qué es lo que debes desear.

¿Nunca has fantaseado con la idea de mandar todo a la mierda y comenzar a hacer las cosas que de verdad te gustaría hacer?

Yo también.

Yo era un chico normal, con una vida normal: un trabajo normal, unas aficiones normales, un estilo de vida normal, unas aspiraciones normales… todo normal. Mantenía encerrado al niño que una vez fui, en un sucio y polvoriento rincón de mi mente, para poder ser normal. Cada día hacía las mismas cosas: siempre lo mismo; una y otra vez; la repetición de una repetición; hasta que por fin me percaté de que no te suceden cosas interesantes si no levantas tu culo del sofá. Debía desconectar el piloto automático y salir ahí fuera: donde hace frío, donde hace calor, donde hay peligro e incertidumbre y miedo, donde hay belleza y poesía y magia.

Desde entonces, cada día se ha convertido en una especie de celebración. No necesito que sea el cumpleaños de nadie, ni el aniversario de ningún hecho histórico, ni haber tenido algún éxito reciente; no me hace falta albergar una razón especial por la que se suponga que deba estar contento; tan solo celebro que estoy vivo: y no se me ocurre un motivo mejor: es un canto a la vida; una manera de decir «gracias».

Y en medio de todo esto, mi gran sueño: ser escritor.

Algo Épico es una novela, basada en hechos reales, en la que cuento esta alocada historia. Lo he dado todo para que sea auténtica; he exprimido al máximo mi cerebro, mi corazón y mis testículos para que esto sea mucho más que un libro lleno de palabras: sus páginas contienen un pedazo de mi vida.